Con el propósito de comprender cómo se produce la brecha rural, esa diferencia continua entre los habitantes rurales y urbanos que parece construirse de manera invisible, es necesario articular una observación del fenómeno desde múltiples perspectivas. Primero, recabando visiones expertas de quienes viven y conocen el territorio. Incorporando las experiencias de los distintos grupos generacionales, desde sus posiciones de género y situaciones de vulnerabilidad.
Además, es necesario situar sus manifestaciones y prácticas en la sociedad rural mediante una aproximación extensiva. Una encuesta que proporcione la panorámica precisa de la brecha que supone vivir una accesibilidad recortada. Por último, es indispensable analizar el fenómeno bajo el prisma de las políticas rurales.
Estos ángulos de observación establecen la ruta metodológica del proceso de investigación. El primero permite una profundización cualitativa mediante las entrevistas en profundidad y los trabajos de campo concretos. Uno de ellos realizado en el Mediterráneo castellonense, donde el desarrollo económico se liga a procesos de fuerte movilidad e intercambio de población. Y otro más en la zona media navarra, caracterizada por las distintas accesibilidades que aparecen condicionadas por la dispersión y las infraestructuras.
El segundo ángulo de observación es facilitado por la amplitud que ofrece una encuesta específica, elaborada como dispositivo de estimación de la disparidad rural-urbana y exploración el binomio accesibilidad-movilidad. Finalmente, el proceso de investigación se completa con el análisis de los resultados desde el enfoque de las políticas públicas (Public Network Analysis) y sus posibilidades.
En conjunto, estos enfoques complementarios incluyen tareas de documentación, de análisis estadístico y demográfico, de trabajos de campo, de diseño y análisis de la encuesta, el desarrollo de indicadores para la monitorización, la publicación y transferencia de resultados, su verificación en encuentros científicos y discusión con los agentes políticos y sociales. Se constituyen por tanto como metodológicas interdependientes que sistematizan la indagación y permiten replantear los interrogantes.